Uno de los primeros accesorios a tener en cuenta si tienes una cámara de fotos, o cualquier gadget tecnológico, son las tarjetas de memoria. Pero ¿sabes cuál te conviene más? Parece fácil pero con tanta variedad de tarjetas puede que te hagas un lío… ¡No te preocupes! Vamos a arrojar un poco de luz sobre este tema.

Lo primero que miramos de una tarjeta es su capacidad de almacenamiento. Hoy en día podemos encontrar tarjetas que van desde los 2 GB hasta los impresionantes 2 Terabytes. Puestos a elegir, mejor una de 32 GB que una de 4 GB, en eso estamos de acuerdo ¿no?

Pero ¿cuántas fotos caben en una tarjeta de memoria?

Seguro que en algún momento te has hecho esta pregunta, pues depende principalmente de la capacidad de la tarjeta (los gigas), la calidad de la foto que vamos a sacar (si es JPEG o es RAW) y los megapíxeles que tiene el sensor de nuestra cámara.

A continuación te dejamos una relación aproximada del número de fotos que caben en una tarjeta (de diferentes gigas).

Si tenemos una tarjeta de 8 GB que son 8192 Megabytes y el sensor de nuestra cámara es de 20 Megapixels, nuestra tarjeta podrá albergar alrededor de unas 300 fotografías en formato RAW, o unas 1.100 en JPEG.

En una tarjeta de 4 GB caben unas 550 imágenes (en calidad buena 1:8) o si lo prefieres, unas 220 imágenes en JPEG más 50 minutos de vídeo. Y en una tarjeta de 64 GB entrarían unas 1.200 fotografías y unas 5,6 horas de vídeo, o lo que es lo mismo pero sin vídeo: 8.700 fotos en JPEG o 2.200 en RAW comprimido.

No olvides que los valores que te damos como ejemplo son siempre orientativos.

¿Y para el móvil?
Un reproductor de música o un teléfono graban archivos mucho más pequeños.
La mayor parte de los móviles utiliza tarjetas microSD. Bien, si solo vas a almacenar unas cuantas fotos con una tarjeta de 2 GB puede ser suficiente. Si guardas muchos juegos y aplicaciones, compra una tarjeta de 4 u 8 GB. Y si no pasa un día sin que hagas fotos, pues mejor decántate por una tarjeta en torno a los 16 GB.

Tipos de tarjeta

Las tarjetas SD (capacidad estándar) son las originales, y nos ofrecen una capacidad para almacenar de hasta 2 GB de datos.

Las SDHC (alta capacidad) permiten guardar de 4 GB hasta 32 GB. Son ideales para guardar ficheros de gran tamaño, vídeos de alta definición o secuencias rápidas de fotos.

Las tarjetas SDXC (capacidad extendida), van desde 32 GB hasta 2 Terabytes de almacenamiento. Estas tarjetas están pensadas para grabación de vídeo en alta resolución.

Eso sí, recuerda que no todos los dispositivos son compatibles con todas las tarjetas. Antes de lanzarte a comprar, comprueba que aparezca el logo del tipo de tarjeta que quieres en tu dispositivo.

Hasta aquí la primera parte de esta pequeña guía para saber elegir una tarjeta de memoria. Hemos destacado dos factores: el tipo de tarjeta y la capacidad de almacenamiento. Pero no nos olvidamos de la velocidad de acceso a la tarjeta. ¿A qué nos referimos? Eso ya en el próximo post…

Probablemente te hayas quedado con ganas de más, no desesperes, aquí tienes la segunda parte: ¿Qué tarjeta de memoria me compro? (II)