Una de las principales preocupaciones que todos tenemos sobre nuestros smartphones es la duración de la batería. Seguro que te suena la carga rápida de Qualcomm y el estándar Qi. Pero de momento la solución sigue pasando por los cargadores de móvil.

En el mercado hay distintos modelos de cargadores de carga rápida con los que recuperar con más velocidad la energía de tu batería. Los más extendidos son los cargadores de carga estándar USB de más de dos amperios (2A) que cargan los dispositivos a un ritmo más rápido que los convencionales. Otra alternativa que va ganando terreno son los cargadores que incluyen tecnología Quick Charge de Qualcomm, así como soluciones propias de otros fabricantes como Adaptive Fast Charging (AFC) de Samsung, Supercharge de Huawei o OnePlus Dash charge…

Otra solución que espera ganar popularidad es la carga inalámbrica Fast Charge basada en el estándar Qi. Y más tras anunciar Apple que sus nuevos dispositivos, iPhone X, iPhone 8, iPhone 8 Plus y Apple Watch, iban a ser compatibles.

Como ves existen varias alternativas que pueden ayudarnos a reducir el tiempo que es necesario invertir en el proceso de carga del smartphone. Ahora vamos a ver las diferencias entre unas y otras.

¿Cómo funciona la carga rápida?

El método exacto por el cual la carga es más rápida puede variar según los distintos sistemas, pero dicho de una forma simplificada es algo tan sencillo como aumentar la “potencia” para que la batería se recargue más rápido incrementando el voltaje, el amperaje, o ambos.

Tipo de carga rápida

1. Método de carga estándar USB

Lo bueno de la carga universal es que cualquier dispositivo va a soportar este tipo de carga. Por regla general, los cargadores tradicionales que usamos para el móvil tienen un voltaje de 5V y una intensidad de corriente entre 1 amperio y 2.4 amperios. Es decir, funciona a 5V y a distintas intensidades. A mayor intensidad del cargador más rápido es capaz de cargar, pero finalmente va a ser el dispositivo a cargar el que determine la intensidad de carga.

Beneficios de la carga estándar USB

Como hemos dicho, la ventaja de este método es que básicamente todos los modelos de smartphones permiten la carga a más de 2 amperios. Y aunque los cargadores de más de dos amperios suelen ser algo más caros, permiten cargar tu dispositivo más rápido.

Además, los nuevos cargadores USB están preparados para cargar múltiples dispositivos a la vez al disponer de varias salidas USB y tienen potencia (W) suficiente para que la velocidad de carga sea la máxima permitida en cada uno de los dispositivos, lo que implica un tiempo de carga mínimo.

Estimación de tiempos de carga:

Como habéis comprobado, la diferencia entre cargar más rápido o más lentamente radica en los miliamperios. Vamos a hacer una prueba con un smartphone de gama media –de unos 200€– con una capacidad de batería de 3.000 mAh. ¿Cuánto tardará en cargarse?

Este teléfono de 3.000 mAh con un cargador de 1A tardará en cargar 3 horas. El mismo móvil con un cargador de 2.4A tardara en cargar 1,25 horas.
Todo eso suponiendo una eficiencia del 100%, que no es real: suele estar en torno al 80% o 70%, por lo que los tiempos serán algo superiores.

La conclusión: con un smartphone de gama media y dos cargadores, uno que llega a 1A y otro de 2.4A, las diferencias son evidentes: mientras que el primer cargador tarda tres horas en rellenar la batería, el segundo tarda algo menos de 1 hora y cuarto. En otras palabras, el cargador de 2.4A es un 58% más rápido en comparación al cargador de 1A, una diferencia más que notable.

2. Método de carga Qualcomm Quick Charge

Quick Charge es la tecnología de carga rápida de Qualcomm asociada a sus procesadores. ¿Cómo funciona? Un cargador común de un móvil ofrece un voltaje constante de 5V a una intensidad de 1A o 2A, mientras que con un cargador con la tecnología Quick Charge 2.0 proporcionará una salida de 5V, 9V y hasta 12V.  Se trata de un sistema de carga rápida que permite ahorrar hasta un 75% el tiempo total de carga de una batería. Para que te hagas una idea: la tecnología Quick Charge 2.0 es capaz de cargar el 60% de una batería de 3.300 mAh en 30 minutos.

Las distintas versiones de Quick Charge cambian la cantidad de combinaciones de voltaje y amperaje soportado por el sistema e incorporan distintas tecnologías para una mayor eficacia y seguridad. De esta manera, Quick Charge 1.0 soporta 5V y 2A, Quick Charge 2.0 añadía 5V, 9V y 12V y 3A. A partir de Quick Charge 3.0 la cosa cambia, amplía la selección de voltajes entre 3.2V y 20V en incrementos de 200mV, es decir, la carga pasa a ser dinámica, permitiendo que el dispositivo móvil ajuste el voltaje de carga necesario en cada momento. Quick Charge 4.0 entre otras muchas novedades incluye soporte para USB Power Delivery y la filosofía “cinco por cinco”. Cinco minutos de carga para ganar cinco horas de autonomía. A día de hoy está ya disponible la versión Quick charge 4+, esta tecnología implementa un 15% más la velocidad en la carga.

Aunque con este tipo de carga rápida hay un inconveniente de base: no se elige y, o se tiene o no se tiene. Para poder hacer uso de esta carga rápida tanto el dispositivo como el cargador tienen que soportar la tecnología Quick Charge.

Hay que aclarar que la tecnología de Quick Charge 2.0, la versión más extendida, es la misma que hay detrás de otros sistemas de carga rápida como Motorola TurboPower o Samsung Adaptive Fast Charge. Y no son los únicos, otros fabricantes también apuestan por la carga rápida, como Mediatek y su Pump Express; Huawei y su SuperCharge, y Dash Charge, la tecnología de carga rápida que protagoniza los nuevos móviles de OnePlus.

3. Método de carga inalámbrica

La carga inalámbrica lleva mucho entre nosotros, pero vuelve a estar de moda. Y el responsable, como no podía ser de otra forma, es Apple. La marca de Cupertino da el salto y apuesta porque el estándar de carga inalámbrica de sus nuevos teléfonos, –iPhone X, iPhone 8 y iPhone 8 Plus– sea Qi, el más extendido a nivel mundial. La ventaja es que al ser compatible con el estándar Qi, podrás usar varios cargadores y no solo el oficial de Apple.

¿Cómo funciona la carga inalámbrica?

La carga inalámbrica funciona mediante la inducción de la carga por medio de un campo electromagnético formado por una bobina. Así, el cargador transfiere energía al teléfono y carga su batería con solo ponerlo sobre la base de carga. Eso sí, el cargador debe estar conectado a la corriente eléctrica.

El principal inconveniente de la carga inalámbrica es que la mayoría de cargadores no son de carga rápida. Habitualmente los cargadores inalámbricos ofrecen una potencia de 5W, lo que hace que el tiempo para alcanzar una carga completa sea notablemente más largo que si usamos el cargador con cable. En este aspecto aún quedan cosas por pulir. Y en ello están fabricantes como LG, Samsung o Lenovo que, aprovechando el estándar Qi, han lanzado nuevos cargadores inalámbricos de carga rápida.

En el mercado puedes encontrar modelos de carga inalámbrica Qi que ofrecen velocidades de carga rápidas con hasta 7,5 vatios de potencia. Es decir, un 40% más rápidas que un cargador convencional de 1A. Es más, el cargador LG Quick ofrece el triple de potencia: 15W y, según la propia compañía, consigue alcanzar un 50% de carga en tan sólo 30 minutos. De momento son una excepción, habrá que esperar a ver qué puede hacer Apple por la carga inalámbrica. Veremos si le da el gran impulso y mejora la velocidad de carga.

Conclusión:

La idea es bien sencilla: lograr cargar la batería del teléfono mucho más rápido, para que el móvil esté el menor tiempo posible conectado a la corriente. Por tanto, escoge el tipo de carga rápida que más te convenza, pero asegúrate de que tu móvil es compatible. Si no es el caso opta por la carga rápida universal con un cargador de más amperaje.